Lésbico
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23 octubre, 2023 17:21
Creo que les he dejado el tiempo necesario para pensar en las preguntas con la que inicie mi relato inicial, se que me he ausentado pero la verdad me han pasado muchas cosas y casi no tengo tiempo para escribir pero intentare retomar las historias pendientes y terminarlas, se acuerdan de las preguntas que les dije?, ¿las recuerdan? pues aquí se las refresco porque serán importantes para entender todo lo que ha pasado hasta hoy y hacen que en vez de molestarme o juzgar piense que yo misma incite a que pasara todo lo que me paso, piénsalo y me hallaras la razón.
¿Alguna vez has pensado qué fantasías desearías realizar? o ¿si solo quieres que sean deseos perversos en tu mente?, ¿si deseas contárselas o confesárselas a tu pareja, o mejor dejarlas para ti? ¿si te gustaría conocer las fantasías de tu pareja permitiéndole ser abierto y honesto sin repercusiones? ¿y que pasaría si lo que te cuenta te gusta? o ¿por el contrario te asusta?; Unas simples preguntas o juego podría cambiar tu relación y hacerte ver lo que tu pareja desea en la intimidad o conocer tus más íntimos y oscuros deseos. Pues hasta ahí es un juego que todos con nuestra pareja deberíamos practicar, por lo menos hasta conocer las fantasías mutuas; Pero, y si esos secretos que cada una siempre a guardado en su interior más que fantasías !sean perversiones!, ¿dejarías que tu pareja las cumpliera contigo? o ¿que sus perversiones se vuelvan realidad y que con la información que le diste él haga una o varias experiencias que jamás olvides?, o quizás termines aflorando deseos que no sabias que guardabas…, pues, eso me paso y no se imaginan hasta donde llego.
Esteban me estaba llevando a un nivel de excitación que jamás había tenido ni experimentado y más que asustarme de alguna manera me gustaba y me provocaba desear vivirlo, es como si los deseos y fantasías que mi mente tenía y jamas se los había contado a nadie se hicieran realidad, solo que de manera desbordada y trescientas veces más fuerte de lo que me hubiera imaginado alguna vez.
Nos vestimos para ir a mi turno en el Hospital y Esteban para irse a sus labores, salimos juntos y amablemente me llevo hasta el Hospital, durante el recorrido no se hablaba de lo que paso o de lo que nos confesamos pero más que eso no podía quitarme de la cabeza que esa mañana había actuado como “puta” con un perfecto desconocido del que solo sabia que era abogado, me había dejado sodomisar en el turco del gimnasio y después yo misma lo había llevado hasta mi apartamento buscando que me siguiera usando, al punto de dejarlo tomar mi virginidad anal delante de mi compañera de apartamento Dayana (claro esto ultimo sin saberlo y resultando en un muy afortunado accidente que ayudo a abrir las puertas a todo éste maremagno de locuras deseo y placer), a la que claramente tenía que encontrarme durante el turno, pues ella ésta semana estaría en mi mismo turno solo que yo entraba y salía dos horas después de ella.
Solo pensar en todo lo que paso me erizaba la piel y me ponía húmeda, iba a ser un turno muy largo de pensar encontrarme a Dayana me daba escalofrío, al final llegamos y Esteban me dio un beso delicioso hace mucho no me daban uno así de sensual, me reí con su actitud quedando en ir hablando para saber como estábamos cada uno, cuando me fui a bajar del auto me temblaban las piernas y sentí como mi trasero escocía de ardor a lo que voltee a verlo diciéndole “!me duele muchísimo mi culo por tu culpa! y puse cara de consentida con lagrimita de anime, cuando me respondió “¿si quieres te lo lamo un poco antes de que entres?” me hizo reír lo ordinario que había sido y mirando a todos lados esperando que nadie lo hubiera escuchado me baje rápido, antes de entrar le susurre constatando que me entendía lo que mis labios decían “!no seas tan guache!, pero si quiero que lo hagas cuando te vea otra vez..”, y le mande un beso con guiño.
Al principio del turno todo fue muy normal recorridos, historias clínicas, recetas y una que otra urgencia pero a Dayana no la vi no se si cambio el turno o se escondía cuando me veía por ahí, me toco comprar un ungüento y aplicármelo porque de verdad me ardía mi cola mucho y le escribía a Esteban por wasap contándole mientras el se reía y me escribía cochinadas que me hacían reír haciéndome mojar cada vez; Después de un turno largo, saliendo me encontré a Dayana marcando la salida así que no había forma de huir porque vivimos juntas, así que nos tocaría irnos juntas. Se sentía tenso el ambiente, solo nos dijimos hola sin mirarnos casi a la cara mientras yo pare un taxi que pasaba y le dije “súbete que ya hace frio para irnos caminando” recuerden que el hospital quedaba a unos 15 minutos en carro y a pie como 40 minutos y ya era casi media noche, entramos al carro al principio no decíamos nada pero luego Dayana me pregunto “¿como estuvo tu turno?”, “bien aunque algo pesado se me hizo largo la verdad, ¿y el tuyo?” le respondí, ella se quedo un momento callada con la mirada perdida por la ventana, situación que me puso muy incomoda pues no sabia si estaba molesta conmigo o avergonzada como yo por habernos visto o que mas pasaba, cuando le escuche responderme “sabes,… estuvo duro porque no pude dejar de pensar en lo de la mañana y eso me hizo cometer muchos errores que costaron llamados atención; Pero …” ahí se quedo callada y preciso llegamos al apto y debíamos bajarnos por lo que el taxista se detuvo cobro la mínima con recargo haciéndome desconcertar de lo que yo esperara que terminara de contarme, así que pague nos bajamos e ingresamos.
Ya en el apto Dayana ingresó a su habitación dejándome en la sala sola como si me estuviera evadiendo, por lo que decidí seguirla después de titubear un par de minutos pues quería que termináramos o empezáramos nuestra conversación sobre lo sucedido y saber como estábamos las dos; Cuando ingrese Dayana ya se había quitado su uniforme de enfermera y tenia un tanga vino tinto con encaje con un sostén negro, no podía decir nada solo me quede allí mirándola en mi nueva faceta como voyerista mientras mi amiga alistaba su piyama y la toalla para ingresar al baño, unos minutos después como era obvio se percato que estaba yo allí en su puerta sin moverme viéndola a lo que me dijo “voy a ducharme que me siento muy sudada” y solo la vi como entraba a su baño dejando la puerta sin cerrar por completo, y solo allí me sentí como tonta por lo que salí de su habitación y me fui para la mía ha hacer lo mismo quitarme la ropa y ducharme, sin embargo todo el tiempo pensaba que hacia, si la abordaba sobre lo que estaba pensando o si me quedaba callada y dejaba las cosas así hasta que ella fuera la que se pronunciara.
Al salir del baño Dayana estaba sentada al borde de mi cama con su piyama rosada de sedan satinada de top y cachetero, me cogió de sorpresa pues yo estaba aun en toalla secándome por lo que al verla brinque exclamando mi sorpresa casi dejando caer la toalla, pero solo dejando ver mi busto y volviendo a sujetarla para taparme, mientras vi como Dayana me miraba pero esta vez había morbo en su forma de mirarme y me decía “disculpa debí avisarte que estaba esperándote aquí”; Era claro que como amigas de apto varias veces nos habíamos visto en ropa interior o toalla, pero al parecer algo había cambiado entre nosotras había cierto morbo de una parte hacia la otra y pudor a la vez, pero esto ultimo era más de mi parte pues Dayana no se había cortado cuando la vi en su habitación.
“Si quiere me salgo mientras te vistes” Dijo Dayana pero era claro que no se pensaba salir, así que antes de que yo dijera algo que si me sentía más cómoda si se salía comenzó a hablar como si no le importara que me vistiera delante de ella “mira tengo que pedirte disculpas por haberme quedado viéndote teniendo sexo con ese señor que nunca había visto, pero de verdad fue un accidente” mientras arranco su contexto de lo ocurrido ya me había hecho sonrojar, me di cuenta que o me quedaba en la toalla mientras nuestra conversación o me vestía delante de ella lo que me daba morbo el solo pensarlo y ver su reacción al contemplar mis movimientos, así que preferí dejarme la toalla inicialmente mientras la escuchaba continuar; “yo ya había salido del apto y recordé que debía llevar unos papeles para mis vacaciones que tu sabes se me cumplen en veinte días y no quiero que me las corran porque de verdad me siento muy cansada y las necesito; Así que me devolví a pesar de ya ir a más de mitad de camino, al parecer cuando abrí la puerta no me escuchaste entrar solo vi ropa tirada en la sala y yo ya había organizado el apto, la verdad eso molesto, pero tenia prisa porque ya iba tarde, solo ingrese a mi alcoba cogí mis papeles y cuando iba a salir pensé despedirme para que no te asustaras al oír la puerta”, yo la escuchaba y me iba excitando al tiempo que me apenaba pues ya comenzaría a contar desde cuando me había visto con Esteban, solo me senté al otro lado de la cama con cuidado pues la toalla se subía y dejaba gran parte de mis piernas al aire casi dejando ver mi vagina ya húmeda.
“Pero en ese momento tu gritaste y sentí como un golpe, por lo que me preocupe y pensé que te habías caído en el baño, así que me acerque a tu puerta y vi como éste señor te hacia girar y metía su cabeza haciéndote sexo oral estando tu en cuatro, pero como tu tenías la cabeza agachada no me viste y solo comenzaste a gemir, no supe que hacer solo me quede allí mirándolos, pero de repente éste señor levantó su mirada percatándose que yo estaba allí sin moverme y se paro, por un momento pensé que vendría hacia mi cosa que me asustó pero no podía moverme, mis piernas temblaban y mi piel se erizo como con un escalofrío muy fuerte, y lo que le vi hacer en ese momento fue que cogió su miembro con una mano y te lo metió sin dejar de mirarme” oírla contarme eso me tenía supremamente excitada, no podía dejar de frotar mis piernas y se que ella podía ver que sin quererlo me mordía mis labios, también podía verla a ella tan excitada como yo mientras estaba contándome lo que había visto, entre más me contaba más se pronunciaban sus pezones, ni el día de su borrachera la vi tan agitada, “debió tomarte por sorpresa porque inmediatamente volteaste a verlo, pero él te pego a su cuerpo y vi como te apretaba el cuello con una mano y con la otra pellizcaba tus pezones muy duro, mientras hizo eso se que te la volvió a meter y sacar duro porque arrugaste tus ojos mientras te susurro algo al oido que pensé que había sido que yo estaba en la puerta, pero tu no abriste los ojos sino que asentiste con tu cabeza y él comenzó a darte, !nunca había visto a alguien tener sexo así como ustedes y no podía dejar de verlos perdóname!” mi respiración ya era agitada y la de Dayana mientras hablaba también aunque claramente la de ella se sentía muchísimo más, sentí ganas de abrazarla así que sin dudarlo me acerque y la abrace experimentando como su cuerpo temblaba, imagino que por excitación y ansiedad de lo que me estaba confesando que vio y sintió.
“De verdad perdóname porque sentí celos y envidia, siempre he querido hacerlo con alguien que demuestre cuánto me desea y !hasta lo de mi novio es mentira!; -bueno sí conozco a alguien y hemos salido un par de veces, pero solo nos hemos dado besitos y me manosea, pero no se atreve a más, por lo que pienso que !le gusto muy poco o no le provoco! – así que no tengo a nadie y desde que te vi, me asusta porque me gustabas mucho, lo que me ha hecho cuestionar si soy lesbiana; Así que por eso me dio envidia, porque verte ahí deshinivida con alguien y ver que tú estabas con éste señor, que seguro se conocen hace rato para disfrutar de esa forma, hizo que me diera cuenta que me gustaba verte desnuda y verte penetrada me excitó tanto que no quería irme, hasta que ese tipo te dijo y lo escuche muy claro “abre los ojos”, y nos quedamos tu y yo viéndonos pero tu comenzaste a gemir mucho más duro, termine quedándome hasta verlos llegar juntos en un extasís tan delicioso que tuve que salir corriendo de allí para no explicar esto que te estoy contando y que me ha torturado todo el día”- no daba crédito a todo lo que me contó en ese momento mientras nos abrazábamos ambas temblando; El escucharla decir que yo le gustaba y que verme desnuda cogiendo le había encantado, eso me hizo desear o imaginar como seria si provocaba un trio con Esteban y dejarlo como me dijo que nos coja a las dos.
No entendía porque un hombre que solo había conocido ese día en la mañana había despertado tanto morbo en mi, apuntó de ya estar pensando en un trio con mi compañera de cuarto, era delicioso estar ahí abrazadas sintiendo sus pezones pegados a mi cuerpo con el olor de su cabello a hierba buena, con la piel de su cuello suave y su respiración tan entre cortada como la mía por su relato de como me cogieron esa mañana, eso me hizo confesarle lo único que ella no había visto, -“¿sabes que no viste?- Dayana se despego un poco de mí para mirarme a la cara como preguntándose que le había faltado ver, “!que me estaba cogiendo por el culo¡” su cara se sonrojó tanto que se veía deliciosa con su piel blanca, mientras mordí mi labio inferior mostrándole que su reacción que rabia encantado, con su cara de asombro me dijo, “ahora entiendo tu cara mientras lo hacia, ¡debía dolerte mucho!” y yo “!fue mi primera vez¡” no se si fue por malicia o inocentemente que Dayana me volvió ha abrazar pero su mano derecha se metió entre la toalla sintiendo el rose de ella con mi piel, lo que me erizo inmediatamente mientras el nudo de la toalla se soltaba haciendo que ella disfrutara de tocarme y el frio de la noche terminaba de erizar mi piel y mi vagina se terminaba de encharcar.
Dayana me abrazaba fuerte y acariciaba con su mano mi espalda rozando levemente el comienzo de mis nalgas y volvía a subir a mi cuello, obvio eso aflojó más rápido la toalla, debo confesar que el rose de sus manos en mi cuerpo era una sensación que no había sentido antes y me tenía tan excitada que solo quería decirle que me hiciera lo que deseara que era suya, nuestras respiraciones agitadas eran más que claras o evidentes del nivel de excitación de ambas, aunque ninguna tomaba la iniciativa; No se en que momento Dayana dejo de poner su cara o cabeza en mi hombro y mirándome dijo “quiero repetir el beso que nos dimos esa noche” me avergonzó saber que ella si acordaba de nuestro beso cuando supuestamente estaba borracha, ósea que también debió darse cuenta que la morbosee quitándole la ropa ese día, pero antes de decir cualquier estupidez ella me comenzó a besar metiendo su lengua con demasiada devoción en mi boca y yo no la rechazaba.
Ya no solo me besaba sino que sus manos recorrían todo mi cuerpo ya sin la toalla que había caído sobre la cama, sus manos las sentía en mis senos, en mis piernas apuntó de halarme hacia ella pero aun no me atrevía yo a mover mis manos acariciando o quitándole su piyama. Dayana se paró y como si me leyera la mente se quito primero el top dejándome ver sus enormes tetas blancas de pezon rosado duros y luego se quitó su cachetero viendo yo que no traía pantís y podía ver lo mojada que estaban sus labios rosados con su pubis completamente recortado lo que hacia que se viera deliciosa su vagina, nos quedamos mirándonos una a la otra por unos instantes devorándonos con la mirada para luego abalanzarse ella sobre mi haciéndome caer sobre la cama y susurrarme cara a cara, “!desde el primer día he querido tenerte así solo para mi¡ – y comenzó a besarme y manosear mi cuerpo eufóricamente casi me hacia daño con sus caricias y comenzó a pellizcar mis pezones como había visto a Esteban hacerlo, disfrute verla bajar por mis senos que devoró para llegar a mi vagina y apoderarse de ella haciéndome gemir, apenas sentí su lengua meterse por mi gruta tome su cabeza comenzando a revolcarle su pelo rojo que me excitaba siendo muy sensual verla desde arriba lamiendo mi vagina con tanta pasión, lo que me hacia pensar lo ridiculo que era pensar que ella no pudiera atraer al tipo con el que salía y mi mente imaginaba lo delicioso que sería si los invitábamos de viaje con Esteban para ir a una playa nudista y ver que ocurríais entre los cuatro o solo ente los tres es tipo en verdad era un pelele; Estaba en la gloria lo hacia incluso mejor que Esteban apuntó que con tan solo unos minutos de su lengua en mi vagina me vine en su cara abundantemente de la mano de mis pensamientos livinidosos de como pretendía ahora pervertirla junto a su pareja .
Dayana lamia todos mis fluidos con un placer delicioso, pero yo quería probar su vagina también, es más lo deseaba así que le pedí que subiera y me dejara devolverle el favor, pero ella quería seguir lamiendo mi cuerpo por lo que no me hacia caso a cada llamado entre jadeos que le hacia, dos orgasmos después me encontraba besando cada parte de su cuerpo en la misma forma y devoción de Dayana y sus gemidos se debían escuchar hasta el Hospital, tenía un sabor acido y dulce a la vez pero lo mejor era verla retorcerse de placer y verla convulsionar a cada orgasmo, nunca había estado con una mujer pero ella era deliciosa no podía compararla con Esteban y tenía claro que no renunciaría a ninguno de los dos. Una vez recuperamos nuestra respiración Dayana me pregunto “¿te gustó tanto como con el señor?”, nos reímos y le susurre !tú misma lo comprobaras la aproxima vez que lo traiga¡, haciendo que ella se sonrojara y me abrazara claramente para dormir juntas no sin antes decir “!pero sin mi culo¡” una carcajada sonora nos dimos y abrazadas nos quedamos dormidas.
El relato fue modificado hace 11 meses por relatosonline
Templaria 37.
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