Habían pasado unos años desde los sucesos de "Aquella Chica", ahora vivía en otra ciudad, tenía un curro medianamente bien pagado y me permitía llevar una vida cómoda sin pasarme. Trabajaba, iba al gimnasio, salía y de vez en cuando tenía algún lío con alguna comercial que nos visitaba. La cosa iba tirando, se podría decir que bastante bien aunque no estaba del todo satisfecho. En ese tiempo, la universidad por medio de un convenio, nos envió a una chica de prácticas durante unos meses. Daniela era una joven de apenas 22 años, bajita, delgada y de pecho bastante grande y un culo redonde precioso. A parte de su encanto físico, no destacaba en nada, estaba verde y era bastante anodina, parecía carecer por completo de personalidad o carácter. Básicamente era algo sosa, pero no mala persona.
Durante la primera semana la tuvieron rotando por la empresa, conociendo diversos puestos y secciones, pasaba mucho tiempo con las otras chicas de la empresa, algunas recien licenciadas, que comentaban y chismoseaban de todo como pasatiempo favorito y a las que conocía por haber tenido algún escarceo con ellas. No quiero que piensen que me las doy de seductor, pero las muchas horas que echabamos y lo reducido de la empresa propiciaba que el contacto fuera asiduo y alguna vez tuviera algo informal, de mutuo acuerdo, con compañeras que no buscaban nada serio, pero se sentían solas en la ciudad, al igual que yo. Por conversaciones con ellas, sabía que algunas comentaban mi afición por el sexo al aire libre o que me daba igual que me pillasen, teniendo entre las chicas fama de exhibicionista. Algo que resulta importante para el devenir de los acontecimientos de este relato.
Fue a mediados de junio cuando mi jefe me llamó para informarme que me mandaban a una formación de empresa y que debía llevarme a la chica de prácticas, que era hija de unos amigos del dueño y quería colocarla cuando terminase en la empresa. No me molestaba mucho la idea, como he dicho era una chica de trato fácil, educada y amable, además de no molestarse por nada y callada, y además la formación incluía dietas, alojamiento y aunque me fastidiara el fin de semana, sería una buena manera de salir de la monotonía del fin de semana.
-Daniela- Que así se llamaba la chica- El viernes te vienes conmigo, prepara la maleta para el fin de semana y trae ropa para tres días. El jefe quiere que me acompañes a la formación.
Puso un mohín de disgusto, al parecer quería quedar con su novio, un chico que levantaba comentarios porque según ella contaba era algo totalmente identico a ella pero en versión aburrida. Protestó un rato, pero finalmente no le quedó más remedio que resignarse.
-¿Qué tipo de ropa me llevo?
-De salir normal, zapato cómodo y algo formal para la cena de despedida. En el hotel hay piscina, si quieres llevate el bañador, no creo que te obliguen a ir a todas las charlas de la formación y al menos tú podrás aprovechar algo.
Me reí con resignación, y por un momento me pareció ver un atisbo de sonrisa en su expresión anodina de siempre. Al menos parecía que las piscinas le gustaban, bueno no conozco a mucha gente que no le guste una piscina en verano, supongo.
Llegó el viernes y salimos juntos, iriamos en mi coche. Daniela venía vestida con un vestido veraniego oscuro, normalmente llevaba siempre pantalones pirata y ahora parecía una chica algo más alegre y joven que en el día a día. Nada más subirse al coche se durmió, yo conduje pensando en mis cosas, serían unas cuantas horas de viaje.
-Oye- Su voz rompió la monotonía del viaje, casi me sobresaltó, me había olvidado de su presencia- Las chicas comentan que eres bastante.... uhmmm... despreocupado... ya sabes, al tener sexo en el exterior...
-Bueno, a ver, define despreocupado- Le respondí conteniendo la risa, me divertía lo complicado que se le hacía hablar con naturalidad del tema.
-Verás cuentan que te gusta hacerlo en sitios públicos y no te molesta-
No respondí, la miré interrogativo, esperando a ver a donde quería llegar.
-Me da curiosidad, solo eso- Se la veía sumamente avergonzada- A ver, que no es que quiera hacer nada, pero me parece algo impensable y quería saber que piensas tú...
-No sé, es algo que sale natural, si tienes ganas y tienes mas ganas que vergüenza- Me encogí de hombros.
-Violeta me contó que cuando erais follamigos lo hicisteis en un parque y que os vió otra pareja... Eso me llama la atención.
Sonreí al recordarlo, Violeta fue mi primera follamiga de la empresa, teníamos una gran relación, pero ella ahora buscaba algo serio y yo no estaba por la labor. Aquella noche fue una locura, nos liamos tras la cena de navidad y acabamos follando frente a una pareja que también iban bastante borrachos y salidos. Fue una experiencia bastante morbosa y que siempre me pareció de lo más erótica.
-Bueno, es eso, el momento y el lugar... muchas veces pasas con alguien por un sitio y no te dice nada, y en otro momento....- Me eché a reir- Bueno, acabas follando en el parque o dentro del agua en el mar, y te da igual todo ¿tu nunca lo has...?
-Que va, Ruben dice que teniendo su piso no tiene sentido- Dijo avergonzada-
-Pero a ti la idea te atrae ¿no?
-A ver sí- Dijo, al momento se dió cuenta y se sonrojó- Bueno, a ver me excita algo, pero nada serio... Mejor déjalo.
Estaba roja como un tomate, agarraba su vestido con los puños, retorciendo el vuelo del mismo y dejando sus muslos al aire. Pasamos el resto del viaje hablando de la formación y de los temás que se tratarían allí. Al cabo de una hora llegamos al hotel y nos registramos, pasamos cada uno a su habitación y fuimos a dormir. El fin de semana transcurrió sin novedades, charlas aburridas, reencuentros con antiguos conocidos, alguna compañera que me invitaba a su cuarto. Mi alumna de mientras pasaba las mañanas conmigo y por la tarde vagueaba por la piscina con un bikini blanco que resaltaba su redondo culo. Todo parecía normal hasta llegar la noche de la cena de cierre del curso. Quedé en recogerla en su cuarto, cuando llegué escuché que discutía por teléfono.
-¿Y QUÉ QUIERES QUE LE HAGA YO?- Mi compañera parecía tener una discusión de pareja y yo seguía cotilleando, esperando a que colgase para llamar a la puerta- A VER, ES MI TUTOR DE PRÁCTICAS, DEBO VENIR CON ÉL Y NO ME HA DICHO NI HECHO NADA... ¿YYYY?... ERES GILIPOLLAS, SI QUISIERA HACERLO LO HARÍA, COMO LO HICISTE TÚ EN EL CRUCERO... Que te jodan, Ruben.... PUES YA HABLAMOS MAÑANA... NO TE VOY A LLAMAR CUANDO VUELVA, SI PASA ALGO YA TE LO DIRÉ SI QUIERO.
Escuché llantos y un pequeño golpe, decidí contar unos segundos y llamar a la puerta. Al rato me abrió, llevaba un vestido verde botella co sandalias de tacón, estaba preciosa, sin embargo se le notaba que estaba llorosa. Intenté disimular, pero me miró muy seria.
-Imagino que has notado la discusión- Dijo con voz seca, aunque se la notaba cortada- Siento que pase esto.
-No, no es nada, solo sentí que discutías y quise darte unos segundos. No pasa nada, todos tenemos malos días.
Bajamos la escalera hablando de nuestros problemas, le conté que había pasado por una relación que acabó mal, que también tuve malos días y discusiones de pareja. Que era normal que pasara, que no le diera importancia. Sonrió aradecida y se relajó al acto. La cena transcurrió con normalidad predecible, al llegar al segundo plato la mayoría había bebido de más y los camareros del salón empezaban a forzar la retirada. Algunos sugirieron ir a un festival erótico, habría espectáculos de striptease y de sexo en directo, las mujeres se mostraron entusiasmadas y reían diciendo que al fin iban a ver algo de carne de verdad. Temí que mi alumna quisiera retirarse, pero al contrario, parecía animada, algo achispada y con ganas de seguir de fiesta.
Al llegar encontramos un panorama bastante animado, no habría mucha gente, pero casi toda se agolpaba en torno a los stands y a los escenarios. En uno de ellos dos chicas realizaban un acto lésbico, nos quedamos allí mirando. Tras finalizar el espectaculo empezó uno de boys. La mayoría de mis compañeros se fueron a curiosear, los más mayores se volvieron al hotel y solo la mayoría de mujeres casadas se quedaron junto a algunos que queríamos divertirnos bromeando con ellas, retandolas a tocar a los chicos o a ofrecerse voluntarias. En uno de esos momentos pidieron unas voluntarias y las mujeres bromeaban sobre subir, algunas subieron pero la que más me sorprendió fue Daniela.
Las sentaron en una sillas en el centro del escenario, mientras los chicos bailaban en torno a ellas, restregandose cuando pasaban cerca, dejándose tocar y quitándose la ropa al son de la música. Daniela sonreía bastante animada, roja como un tomate, mientras se dejaba sobar por los bailarines que pasaban junto a ella. En ese momento, fueron pegándose a ellas, tocándolas por encima de la ropa y dejándose tocar. La mayoría de mujeres aprovecharon para quitarles los tangas con la complicidad de los stripers, mientras eran jaleadas por sus amigas. Mi alumna parecía indecisa, sin embargo su bailarin parecía decidido a divertirse con ella y no dudo en quitarselo y ponerlo en el escote de ella, tocando sus tetas mientras ella sonreía. Acto seguido hicieron el número de la toalla, tapándolas casi por completo, solo veía las piernas de la joven alumna y a veces las manos del chico, en una de esas me fije como las manos tiraban de sus braguitas hacía fuera dejandolas caer en el escenario. Todos los stripers ponían cara de placer, algunos demasiado exagerada, cuando dejaron caer las toallas y tras de ellas aparecían algunas mujeres sonrientes y sonrojadas. Limpiandose las babas algunas, otras aún con el rabo del chico en la boca y Daniela seguía chupando.
La atención se empezaba a centrar en ella, el striper seguía manoseandola, aflojó su vestido dejando sus tetas blancas de pezones rosados al aire. Ella abrió sus piernas mientras otro chico se acercaba gateando, metiendo su boca entre las piernas de ella. Daniela se retorcía, mientras soltaba apenas la polla del otro para tomar aire y se le escaban pequeños gemidos. El striper que tenía la polla en su boca empezó a masturbarse frente a ella, se pajeaba mientras magreaba las tetas de la joven. En ese momento ella empezó a jadear más alto, se estaba corriendo en público, mientras la polla de un extraño se meneaba en público frente a su cara para acabar estallando sobre sus tetas. En ese momento ella pareció ser consciente, como si despertara de un sueño, se vistió corriendo y bajo del escenario abochornada, me buscó y me pidió que la acompañara de vuelta.
No habló hasta llegar a la puerta de su habitación.
-De lo que ha pasado....
-Nadie dirá nada, los que estaban allí hicieron cosas parecidas, nadie quiere problemas, solo pasarlo bien.
-Me alegro, pero no es eso... Es lo que puedas pensar de mí.
La miré enternecido, era tan inocente ahora.
-Pienso que has cumplido una fantasía y eso dice que eres valiente, nada más.
Me acerqué a darle dos besos antes de irme y cuando quise darme cuenta estaba dentro su habitación morreandome con ella. Ella me agarraba de la chaqueta, tiraba de mí hacía la cama. Yo no perdía el tiempo, no paraba de meterle mano en sus jugosas tetas y me sorprendió encontrar su coño sin ropa interior, recordando como se las quitó al striper. Se separó de mi para levantar el vestido, yo me quitaba la corbata cuando ella me paró y me miro con una sonrisa.
- Follame así- Fuí a sacar un preservativo, pero no me dejó- Tómo la pildora desde los doce, no te preocupes.
Me acomodé sobre ella, metiéndosela lentamente, ella movía sus caderas ansiosa, rodeandome con las piernas, casi me estaba follando ella a mí. Me hizo girar hasta quedar encima con sus zapatos de tacon apoyados sobre el colchón, cabalgándome duro, hasta que finalmente me corrí dentro de ella, dejando su coño chorreando de fluidos de ambos. Se dejó caer a mi lado, y suspiró.
-Esto... ha sido...- Tomo aire, se la veía desbordada- Llevo ocho años, deseando hacer esto...
Empezó a contarme su relación con Rubén. Empezaron a salir cuando ella tenía 11 y el 13, perdió la virginadad al poco de empezar la secundaria y siempre estuvo con él. Era una relación dominante, ella le quería pero él solo parecía interesado en el sexo. Al tiempo empezó a descubrir infidelidades, casi constantes, desde el primer día la había engañado y ella se había dejado dominar, mientras pensaba en que tenía que huir de esa relación. El se había mudado para trabajar en tra ciudad y ahora solo se veían los fines de semana, y los celos del chico la habían decidido a acabar con esa relación. No paró de acariciarme mientras lo contaba. Se lenvató rápido mientras buscaba su móvil.
-He tenido una idea...
Marcó mientras empezaba a buscar una erección mía, pajeandome descaradamente. Una voz de chico sonó al otro lado del auricular.
-Rubén, he vuelto...- Se metió mi polla en la boca haciendo ruido al chupar, El chico empezó a decir algo y se paró, un "¿Quién está ahí?" sonó en el teléfono. - Un chico que me he traido, para vengarme...mmmm Ya está dura.
Se subió a la cama, se tumbo con las piernas separadas, me miró con una sonrisa divertida.
-Métemela de nuevo- Puso especial énfasis en el "de nuevo" y yo no me negué- Rubén, cabrón, hemos terminado....Ya estamos en paz...aaaah follame, joder...
No colgó, dejó el telefono abierto sobre la cama y follamos hasta corrernos ambos. Cuando terminamos la llamada había terminado y yo volví a mi habitación. Al día suguiente ella me esperaba para irnos de vuelta. En el coche se quedó dormida del tiron y al llegar a su casa se despertó.
-Oye, no quiero confundir las cosas... no somos pareja ni nada, solo amigos, que bueno, tienen confianza- Parecía avergonzada.- Y no le cuentes nada a Violeta... ¿Quieres? Ella me dijo que lo mejor que podía hacer era vengarme contigo, que no te importaría y que a Rubén le dabas celos.
Nos despedimos hasta el día siguiente, ella seguía comportándose de cara a los demás como siempre, algunos rumores se dieron sobre lo que hizo, pero nadie podía creerlo y tampoco habían fotos, ni nada de eso. Al cabo de un mes nos despedimos, apenas follamos un par de veces en ese tiempo y no volvimos a coincidir, aunque hablabamos cada cierto tiempo. Sé que al final entró a una empresa de otro conocido de su padre, me dijo que no quería volver a trabajar conmigo para evitar tentaciones, y al poco tiempo se casó con un vecino suyo, otro chico con dinero como ella.
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