Mi novia no era les...
 
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Mi novia no era lesbiana

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(@soysoja)
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Mi relación con Laura se había basado en la confianza, el respeto del espacio personal y la comunicación. Desde un principio sabíamos que todo lo que pasara al otro lo íbamos a compartir juntos, que no había secretos y eso nos hacía mantener una dinámica de pareja bastante estable. No teníamos grandes peleas, apenas discusiones triviales o pequeños rifirrafes a causa de desencuentros en nuestros puntos de vista, pero todo se resolvía y acababa en acuerdos comunes que fortalecían nuestro vínculo. Era ella una chica interesada en viajes, bailar, extrovertida y sociable. Yo por mi parte podía irme con la bicicleta seis u ocho horas a rodar, solo, me atrapaba en libros y relativamente poco interesado en viajar si no era para conocer nuevas rutas o por visitar el escenario de algunos libros que me interesaban.

A pesar de nuestras diferencias, todo marchaba bien en todos los aspectos, hasta que Geno, mi compañera de trabajo se cruzó en nuestras vidas. Geno era una chica de aires masculinos, ancha de espaldas, media melena rubia y ojos claros. Todos en la empresa nos llevábamos bien con ella, no era difícil, charlaba de deportes, mujeres y cualquier tema como cualquiera de los chicos, alardeaba de sus conquistas y presumía de seducir a chicas heteros para un polvo de una noche, casi como cualquiera de los gallitos del grupo y sus historias sexuales atraían la atención de todos por el evidente morbo. No era una mujer guapa, pero tenía cierto atractivo morboso que, unido a su libidinosa conducta y a que presumía de su sexualidad descaradamente, le daban cierto morbo.

Entre sus muchas andanzas, se contaba haber seducido a la hija del dueño de la empresa en su despedida de soltera o como siempre conseguía meterse entre las sábanas de las compañeras en la fiesta de la navidad del trabajo. Siempre me agradaba su sentido del humor básico y su carácter abierto, amistoso, hasta que en una de esas celebraciones puso los ojos en mi novia.

Laura nunca había gustado de venir a las fiestas de la empresa, detestaba el ambiente y los salidos que merodeaban por allí, borrachos y buscando problemas. Sin embargo, ese año coincidieron sus amigas y mis compañeros en el mismo local y no le quedó más remedio que aproximarse junto a sus amigas y presentarse. La mayoría de los chicos se comportó, más o menos, y solo Geno se dedicó a juntarse con las chicas, ajenas a su interés por las mujeres, ganándose su confianza con la excusa de alejarse de tanto machito. La noche terminó con calma, a una hora prudente nos retiramos mi chica y yo, que durante el camino de vuelta íbamos conversando.

-Oye, me ha caído bien Geno- dijo mientras miraba el móvil, distraída. - Le he dado mi número para meterla en el grupo de las chicas y todo.

-Uff, pues ten cuidado qué tiene mala fama- Dije conduciendo, pendiente de la carretera.

Ella se sonrió burlona.

- ¿Acaso debo preocuparme de que me robe a mi chico?

Yo estallé en una carcajada, antes de aclararle la realidad.

-Para nada, para nada- Me quitaba un lagrimón del ojo- No es mi entrepierna la que puede levantar su interés, corazón.

Ella me miraba sin entender nada, miró a su teléfono y volvió a mirarme.

-Geno es lesbiana, pero de las que van a muerte por toda tía que se mueva- Dije disfrutando de su asombro. – No me jodas que no lo percibías…

Laura estaba algo boquiabierta, luego de un leve balbuceo, se recompuso y miró su teléfono, algo descolocada.

-Joder… -

Mientras aparcaba, seguía viéndola de refilón. Estaba alucinando pepinillos, literalmente y no sabía cómo reaccionar. Cuando paré el coche la miré.

-Mira, no es mala persona, pero es un poco depredadora- dije algo serio- Presume de tener claro que todas las mujeres son un poco bi y que ella consigue la que quiera, solo córtale el rollo rápido…

Laura reaccionó, saliendo de su asombro momentáneo.

-A ver, yo ahora que lo dices, creo que a Eva le ha echado el ojo- Dijo pensativa- No paraba de acercarse a ella, bailaba con ella todo el rato y parecía muy pendiente.

Por un momento caí en la cuenta de que Eva y Laura tenían un pique continuo por el liderazgo del grupo, pero no vi nada raro. Eva era la chica llamativa, la alocada, la más lanzada del grupo, que se diferenciaba de Laura en que esta era más sensata y madura, lo que le daba cierto aire de mamá del grupo y que las chicas confiaran en ella en muchos aspectos, lo que espoleaba a Eva en su rivalidad. Pensé que Geno solo se había arrimado a la presa más fácil, que error el mío.

Durante el resto de la noche en el grupo de las chicas no pararon de recibir fotos de Eva y Geno de fiesta, incluso una de ambas besándose en el espejo del baño de un pub al que las chicas iban y después silencio.

-Creo que Eva ha caído en las redes de tu compañera. -Comentaba Laura divertida. - ¿Te imaginas que estarán haciendo ahora?

Me eché a reír mientras empezamos a tontear, a meternos mano y besarnos. Cuando la desnudé, metí la cabeza entre las piernas y entre risas tontas le dije a mi chica.

-A lo mejor Eva está en la misma postura que tú- Ella, sin darme tiempo a nada empujó mi cabeza contra su coño, estaba mojadísima y su coño se notaba hinchado de la excitación.

Tuvimos sexo durante un largo rato y al final quedamos agotados, desnudos y abrazados en la cama. Dormimos como troncos aprovechando que el día descansábamos. Habíamos quedado agotados y el sueño reparador cayó sobre nosotros. Al día siguiente nos duchamos juntos, sin hablar más del tema. Ambos teníamos planes por separado para el mediodía y pensábamos vernos en la tarde para tomar café y volver a casa, por lo que tras el desayuno nos arreglamos y nos despedimos hasta más tarde.

Yo me marché con la intención de visitar una librería de segunda mano donde esperaba que entrase un ejemplar retirado del mercado, aunque cada día sabía que era más difícil y Laura iría a la piscina cubierta a nadar. Yo tenía pensado además llevar mi bicicleta al taller para cambiar las cubiertas que me tenían frito y verme con mi compañero de rutas para tomar una cerveza. Estábamos en la terraza hasta que me llegó un whatsapp de mi Laura, con una foto de ella y Geno en el vestuario envueltas en sus toallas

-“Mira a quién me he encontrado*- Tras una pausa me mandó otro mensaje. –“Voy a almorzar con Geno y las chicas, nos vemos luego”

Me quedé algo intranquilo, pero dejé pasar el tiempo. Me fui a la cafetería donde solíamos vernos hasta que me llegaron dos mensajes. Uno de Laura y otro de Geno. Laura me avisaba de que no llegaría a tiempo a tomar café y que nos veíamos en casa. Geno me mandaba un vídeo corto. En el se veía como ambas estaban posando para un selfie en un sofá anaranjado y como Geno se giraba y le metía lengua a mi chica y con una mano agarraba una de las tetas de mi chica por encima de la camiseta, ambas reían y Laura le daba un golpe de bromas entre risas, luego añadía un mensaje:

-“Si te portas bien, verás más de esto”

Me quedé embobado mirando la pantalla varias veces, no me podía creer que se hubiera lanzado a por mi chica, pensé en contestarle, en liársela y llamar a Laura para decirle que volviese a casa, pero para mi sorpresa me di cuenta de que estaba cachondo y una parte de mi quería dejar pasar lo que fuera a pasar. Volví a ver el vídeo, no reconocía el sitio donde estaban, pero no parecía una casa, más bien una especie de pub.

Al cabo de una hora recibí una foto enviada por Geno, en ella se veía un tanga de color fucsia manchado de humedad. Reconocía esa prenda, era de Laura. El texto me decía: “yo de ti le revisaba a tu novia al llegar a casa, ya va para allá… Aún no ha pasado nada serio… pero va a pasar, como me gusta usar el orgullo de algunas mujeres” tras una breve pausa llegó otro “Déjame seguir el juego y te aseguro que te acabarás divirtiendo”. Una media hora después llegó Laura, venía con signos de haber bebido un poco y me besó apasionadamente nada más entrar, yo aproveché para meter mano en su culo, notando que no llevaba nada bajo la falda.

-¿Y esto?- Le pregunté mientras llevaba mis dedos a buscar su coño desnudo

-Ah… es que me olvidé la ropa interior en casa y no iba a ponerme el bañador mojado- Suspiró cuando mis dedos acariciaban su clítoris húmedo e inflamado.

-¿Y esto otro?- Dije mientras le metía dos dedos a la vez- ¿Acaso alguien a estado jugando con esto?

Laura se corrió en un gemido, se abrazó a mi mientras recuperaba el aliento.

-Nadie me ha tocado- Dijo entre jadeos- Salvo yo misma… Voy a ducharme y te lo cuento.

Mientras volvía miré una y otra vez el vídeo, contra más lo veía más me excitaba. Sospechaba que Geno había picado a Laura usando a su rival, y ella era incapaz de admitir su infidelidad, y mucho menos su derrota. Cuando volvió yo volvía a estar empalmado, estaba desnudo sobre la cama. Ella venía andando lentamente, sin ropa y con el pelo empapado. Contoneándose subió encima de mí, tomando mi polla con su mano la apuntó hacía su coño que seguía húmedo y bajó lentamente, penetrándose centímetro a centímetro.

-Uffff…. Sigo caliente- dijo haciendo presión con sus muslos- Me he encontrado con Geno en el vestuario, no dejaba de mirarme el cuerpo, me estaba comiendo con la mirada, te lo juro. Se acercó a abrazarme y me dio un beso casi en el cuello, no sabes cómo me excitó eso.

Mientras me montaba se acariciaba los pechos, el vientre y las piernas, como queriendo sentir unas manos suaves sobre ellas. Mantenía un ritmo lento y suave, parecía no querer terminar.

-Su abrazo me acarició entera. Me dijo de ir a tomar algo, que hablásemos. No me pude resistir- Dijo con un leve gesto de disculpas- Almorzamos y me llevó a un club de ambiente, solo había mujeres. Algunas me miraban con sonrisas cómplices… Geno me llevó a un reservado, quería preguntarle por Eva, que pasó con ella y si se acostaron.

Aceleró un poco, pero volvió a su ritmo lento.

-Me puso las manos en la piernas y me dijo que me lo contaría a cambio de que me tocase para ella- No me miraba, mantenía los ojos cerrados- No sé porque acepté, pero metí la mano en mi falda, ella se acercó a mi y me contó como sedujo a Eva, como se comieron la boca y como Eva acabó comiéndole el coño en su coche en un descampado, como durmieron abrazadas…Ella se acercaba a mí, me rozaba las piernas y me hablaba al oído, apoyaba sus manos cerca de mis tetas y me tomaba de la cintura mientras me lo contaba todo…. Más fuerte ahora, estoy cerca…

Ambos nos corrimos juntos, el morbo que me daba saber que Laura se estaba sintiendo seducida simplemente por cotilla, por su orgullo de estar por encima de su amiga y la vaga promesa de Geno me excitaban más. Nos quedamos dormidos desnudos y abrazados, en lo que quedaba de día no volvimos a hablar de ello. Al día siguiente tocaría volver a la realidad del trabajo, hablaría con mi compañera para saber a dónde quería llegar y que se traía entre mano. Además tenía la seria sospecha de que mi novia me ocultaba algo ¿Por qué no me dijo nada del beso o me ocultó lo de la ropa interior?

Durante la semana siguiente no volví a coincidir con Geno en el trabajo, estaba fuera por unas formaciones que terminaban el jueves. Hasta ese día todo pareció volver a la normalidad en mi casa, Laura quedaba con las chicas y yo me dedicaba a mi trabajo y mi vida personal. Nada de lo anterior parecía haber ocurrido. Sin embargo, observaba como Laura estaba pendiente del móvil y en ocasiones, se metía en el baño con el móvil y salía riéndose. Cuando le preguntaba me decía que eran las tonterías de sus amigas, pero yo empezaba a sospechar que Geno se la seguía trabajando paso a paso. Cuando llegó el jueves me avisó de que pasaría el finde con las chicas en el piso de la playa de una de ellas. Al llegar a la oficina el viernes, me encontré con Geno en mi mesa esperándome.

-Este fin de semana va a pasar…- Dijo separándose de mi mesa, mientras se levantaba la falda, dejando ver un tanga de color fucsia- No te preocupes, esta noche se lo devuelvo.

A las seis volví a casa, el día se me hizo largo. Cuando salí de la ducha tenía un mensaje de Laura, era un selfie de ella y sus amigas. Estaban Eva, una amiga llamada Nadia, Marta, Laura y Geno. Geno salía en la foto con las manos abajo, como agarrando los traseros de alguien. El mensaje que acompañaba a la foto era el siguiente:

- “Ya hemos llegado, vamos a tomar una copa en él chiringuito y luego nos arreglamos para salir, TQM”.

Durante un par de horas no hubo mensajes de ninguna de las dos. No tardaron. La primera foto me la mandó Laura. Estaban todas tapándose los pechos con los brazos, menos Geno que estaba detrás de ellas y no se tapaba.

“Nos duchamos y salimos”

Geno por su lado me mandaba otra foto, estaban ella y Laura dándose un pico, conteniendo una sonrisa, con sus pechos al aire. Las tetas de Laura destacaban con el pecho pequeño de mi compañera.

“Dos mojitos y ya quiere besar a todas sus amigas, lo voy a pasar bien”

Al rato me llego un selfie de espejo, salían Geno y Laura dándose un morreo. Geno sostenía el móvil en una mano y con la otra agarraba una teta de mi novia. Laura tenía agarrada a Geno de la cintura solamente.

“Me he traído unos juguetitos…con el jugueteo, van a pasar cositas”

Al cabo de una hora me llegó un mensaje de Laura, anunciando que se iban de copas. Yo me centré en lo que hacía y durante un par de horas no pasó nada. A eso de las doce me llegó una llamada de Geno.

-Voy a hacerte videollamada… silencia tu micrófono y disfruta.

Al cabo de unos segundos recibí la llamada. La imagen se veía un plano abierto de un salón comedor. Las chicas estaban sentadas en los sofás solamente llevando los tanguitas o bragas, pero con sus pechos al aire. Laura estaba sentado al lado de Nadia y Eva. Geno estaba en el medio, de pie, todas parecían bastante achispadas y acaloradas.

-A ver, la regla es sencilla, la que tenga la carta más alta pone una prueba y puede elegir quién la cumple o si lo hacen todas. Y para ayudaros a que seáis muy cabronas…- Sacó una bolsa de deporte que volcó en la mesita de café- Me he traído a estos amiguitos…

Marta, una chica rubia que mi novia conocía desde el colegio, fue la primera en exclamar.

-Joder que colección…

Tomó un dildo de la mesa y lo miró, se lo mostró a Nadia con expresión de asombro.

-Eso a mi me parte en dos…- Dijo Nadia riéndose sola.

-A lo mejor lo vemos esta noche- Dijo Laura apoyada en su amiga.

La primera ronda fue rápida. Todas sacaron carta y Eva sacó un Rey. Miró a todas con cara de mala.

-Contadme vuestra fantasía más sucia.

-Yo quiero hacer un trío con dos hombres- Dijo Nadia, sonriendo.

-Uf, yo quiero que me pillen follando en un sitio público- Intervino Marta que ya se acariciaba el abdomen nerviosamente.

-Yo quiero seducir a la pareja de un compañero de trabajo y que el vea como follamos- Dijo Geno mirando a Laura, que se sonrojó.

-Yo quiero estar con una mujer- Dijo Laura sonrojándose más aún.

Todas se rieron sonoramente.

-Pues lo tienes fácil esta noche, hija- Dijo Nadia agarrándose los pechos, como ofreciéndoselos.

-Eso, tienes para elegir- Dijo Geno con media sonrisa de complicidad.

Tuvieron varias rondas, donde se pidieron confesiones, se intercambiaron ropa interior, o simplemente fueron probando de forma inocente algunos de los juguetes que había en la mesa. Parecía que la cosa no pasaría a mayores hasta que en una ronda ganó Eva y decidió castigar a Laura.

-Tienes que comerte uno de los dildos como si fuera una polla.

Laura cogió uno de la mesa y empezó a hacerle una mamada, hasta pararse de golpe. Miró a Eva y al dildo.

-A ver, yo lo hago, pero así puesto en la mesa… esto es una mierda.

Geno se levantó y tomó un arnés de la mesa y se lo puso ante la mirada de todas.

-¿Y si lo hacemos así?- Dijo mientras empujaba la cabeza de Laura que empezó a bajar y subir mamando aquella polla de goma.

Marta y Nadia bostezaron, medio dormidas. Ambas hicieron gesto de irse a dormir y Eva les dijo que ahora se acostarían, que aún no tenían sueño. Laura paró de chupar y se sentó de nuevo, estaba roja y sudorosa. Cuando ambas se metieron en la habitación, Eva se levantó y atrancó la puerta del dormitorio.

-¿Unas rondas más?- Geno y Laura asintieron.

En la primera ganó Geno.

-Nada de ropa interior- Laura y Eva se desnudaron.

En la segunda ronda ganó Laura.

-Quiero que os beséis…

Eva se iba a lanzar dispuesta, pero Geno la paró

-¿Sólo quieres ver eso?- Dijo sonriendo…

Laura se quedó pensativa, con gesto de ligera vergüenza.

-Vale, quiero ver como acabasteis la noche que nos conocimos.

Geno ahora sí besó a Eva, ambas empezaron a manosearse y tocarse. Los dedos de Geno se perdían entre las piernas de Eva que empezaba a ronronear excitada. Mientras, Geno seguía con el arnés puesto. Geno empezó a tumbar a Eva en la cama y bajaba comiéndose sus pechos, tras un rato bajó por su ombligo hasta llegar a su coño que se empezó a comer mientras le metía los dedos. Eva ya gemía sonoramente, con la respiración agitada. Laura contemplaba la escena mientras se masturbaba acariciándose. Finalmente, Eva estalló en un orgasmo en la boca de Geno.

Cuando se recompusieron, jugaron una ronda. Esta vez ganó Eva.

-Quiero que follemos.

Tras decir esto se acercó a Laura y la tomó de la mano para levantarla del sofá y la besó, Geno se colocó detrás ella y empezó a acariciar sus pechos, su vagina y besar su cuello. Tomó sus caderas echándolas hacía atrás y empezó a penetrarla con el arnés. Poco a poco, Eva comenzó a bajar para mamar de los pechos de mi novia, mientras con su mano acariciaba el clítoris de Laura. En ese momento Geno paró sus movimientos y tumbó a Laura en el sofá y volvió a penetrarla, Eva por su parte le puso su coño en la cara mientras las manos de Laura rodeaban sus muslos.

- ¿Sabes cual era mi fantasía, Laurita?- Dijo Eva entre gemidos- Correrme mientras tú me comes el coño….mmmm

Geno en ese momento paró las penetraciones y empezó a comerle el coño a Laura que se corrió ruidosamente. En ese momento cogió a Eva y Laura y las metió entre sus piernas mientras se masturbaba metiéndose los dedos para terminar corriéndose y meándose en la cara de ambas. Durante un rato se quedaron las tres abrazadas en el sofá, sin moverse, dejando sus cuerpos desnudos juntos.

Geno se levantó y fue hacia el teléfono sonriendo, lo cogió y apuntó hacía Laura. Yo observaba todo con mi cámara apagada.

-Pues al final las tres hemos cumplido nuestras fantasías esta noche- Dijo mientras forzaba a Laura a besarla, mientras a esta se le dibujaba un rictus de horror en la cama. Geno volvió a ponerse en primer plano. -No te preocupes que no pienso dejar que nadie que no sea yo o Eva la toque este finde, te la devolveré como nueva el domingo… pero de mientras voy a pasármelo bien con ella.

Geno lanzó un beso a la cámara y colgó la llamada. Laura no volvió a llamarme. El domingo cuando volvió no se atrevió ni a mirarme, ni a hablar. Solo fue a su cuarto, recogió sus cosas y se marchó sin permitirme que le dijera nada o hablase nada con ella. Durante meses no supe nada hasta que su madre me llamó para decirme que había vuelto al pueblo de sus abuelos, donde se negaba a salir de casa y que no se explicaba que había ocurrido. Geno acabó por marcharse de la empresa cuando finalmente propasó la línea roja, intentó seducir a la esposa del dueño y acabó despedida y denunciada por acoso, pero por el camino se había llevado por en medio todo lo que había podido. Por mi parte, al cabo de un tiempo empecé a salir con otra persona y me olvidé del asunto, jamás lo percibí como una infidelidad porque sentía que habría podido pararlo si quiera, pero dejé que Laura hiciera lo que le diera la gana y que se enfrentará al berenjenal en el que se había metido, total, ella se lo había buscado por su condenado orgullo.


   
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