Todo queda en famil...
 
Compartir:
Notificaciones
Vaciar todo

Original Todo queda en familia, padres e hijos / parte 1

3 Respuestas
3 Usuarios/as
5 Me gustas
9,738 Visitas
morboso
(@morboso)
Miembro Verificado Autor Verificado
Registrado: hace 5 años
Respuestas: 15
Topic starter  

Aunque ahora ya estamos casados y con hijos, mi hermano gemelo y yo, desde los 10 años hemos explorado nuestros cuerpos iguales, con la curiosidad normal de cualquier crío y la sorpresa de ser en todo iguales. 

La complicidad entre gemelos es obvia y en esto igual. Somos a día de hoy bisexuales, pero desde muy chicos, muy gays. Desde pequeños, lo hacíamos todo juntos, dormir, jugar, bañarnos, pegarnos, desayunar, ir al cole...

Como es obvio, nuestros primeros tocamientos entre nosotros fueron desde tan críos, pasando a más con el tiempo. Lo hacíamos todo a la vez y sin darnos cuenta, hasta se nos ponían duras al mismo tiempo. 

Inconscientemente al notar que tocando nuestra polla (en aquella época cola, más bien pequeña), nos daba mucho gusto, no teníamos problema en delante del otro empezar a tocar. Lo que primero fue curiosidad cada uno con al suya, pasó a poder probar con la del otro y ver que pasaba.

Cuanto más lo hacíamos y mejor nos lo pasábamos mas queríamos y buscábamos más momentos para jugar por aquel entonces a darnos placer.

La cosa fue creciendo y el rabo también. Con el tiempo todo fue a mas. Las pajas entre hermanos ya sabían a poco y comenzamos a probar con la boca. A los 13 ya nos salía algo de leche, así que las mamadas eran con final muy feliz. Ya habíamos conseguido corrernos con las pajas a la vez y ahora con las mamadas, un nuevo reto se venía a nuestras vidas. 

Ahora las corridas no serían a la vez, los dos queríamos probar leche y esto tenía que ser uno después del otro. Así que aprendimos a no sincronizarnos e intercambiar las veces en que se correría uno y luego el otro dentro de la boca del otro hermano.

No era mucha leche y menos si ya era la tercera o cuarta corrida del día. Pero sabía a gloria. No dejábamos nada, todo nos lo comíamos y la cola se quedaba limpia  para seguir.

Recuerdo haber estado así muchos años. Una infancia y adolescencia llena de sexo. Un cuarto que olía siempre a semen y ropa de deporte. Los dos hacíamos natación. 

Hasta los 17 no nos atrevimos a ir mas allá. Yo tomé la iniciativa un día después de nadar, iba muy cachondo de ver tanto rabo grande ya en la ducha del complejo deportivo. Se lo dije a mi hermano, "Juan, llevo un calentón gigante, ya verás cuando lleguemos a casa. ". Mi hermano me contestó, "Ya lo veo Jose, me di cuenta que no paras de llevar el rabo duro y no sabes como ocultarlo, creo que papá se dio cuenta y todo". 

Así es, mi padre me dijo que vaya rabo calzaba debajo del pantalón, que si ese día aun no me había aliviado. Entre nuestro padre y nosotros siempre hubo buen rollo, aunque nunca supo hasta donde mi hermano y yo nos compenetrábamos. Sabía claramente que nos hacíamos pajas, incluso se lo comentábamos y el a nosotros las suyas.  Teníamos muy buena relación, aunque contarle más, nos parecía fuerte. Es posible que no dijera nada y seguro nos respetaría. Nos hemos visto los tres el rabo juntos mil veces y hemos bromeado incluso, pero hasta ahí.

A mi padre le contesté que si, que ya me había aliviado varias veces ese día (entre carcajadas de mi hermano escuchando), pero que seguía así. Mi padre me contestó, que lo tendría que solucionar y no llegar a la mesa a cenar con ese rabo así, o nuestra madre se daría cuenta.

Juan y yo subimos a cambiarnos al cuarto y le dije que iba hacer caso a papá. Mi hermano me dijo que muy bien, pero no se esperaba como. 

Desnudos en la habitación los dos, yo con el rabo duro, empecé a sobar a mi hermano. Hasta ahí era como siempre. Enseguida se le puso tan dura como a mi. Los dos tenemos cuerpo de gym, más bien de nadador en este caso y completamente depilados. El rabo ya nos subía hasta los 20 cms. Hemos salido pollones como papá. Le empecé a besar suavemente, a sobar los huevos y a acariciar su ano.

Juan ya puso cara de sorprendido. Era la primera vez. Igual tarde por la edad, pero no lo habíamos probado aun. Lo tenía muy caliente. Se lo acaricié suavemente y su cara pasó de la sorpresa al gusto. Lo dejé a cuatro patas y comencé a comerle el culo, metiendo mi lengua hasta donde pude. 

Juan comenzó a gemir y a ponerme mas cachondo aún. Mi rabo se disparaba de grande y duro. Su ano palpitaba y se empezaba a dilatar. Todo invitaba a lo que iba a pasar. 

... continuará.

 

La foto original no tiene nada que ver con el texto.
El relato fue modificado hace 4 años 2 veces por relatosonline
El relato fue modificado hace 4 semanas por relatosonline

Morboso


   
Citar
(@viajero56)
Miembro Activo Autor
Registrado: hace 2 años
Respuestas: 59
 

muy interesante relato, 


   
morboso reaccionó
ResponderCitar
nyctidromus
(@nyctidromus)
Miembro Erótico Autor
Registrado: hace 3 años
Respuestas: 925
 

👍 buen relato

scripsit nyctidromus

sanguine et pulvis
[email protected]


   
morboso reaccionó
ResponderCitar
Compartir:

Descubre
Relatos Eróticos Relatos Eróticos Relatos Eróticos Relatos Eróticos Relatos Eróticos Relatos Eróticos Relatos Eróticos