Terapia para Ricas ...
 
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Terapia para Ricas 7

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DarkClaw
(@darkclaw)
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Registrado: hace 3 años
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Una vez que finalizan las hago vestirse, yo también lo realizo. El chofer detiene el coche, nos abre la puerta y allí están sonrientes las otras dos que habían llegado en el coche de la cuatro, esperándonos abrazadas por la cintura.

Entramos en mi casa y nada mas cerrarse la puerta las cuatro se quitan la ropa, quedando completamente desnudas ante mí en esperando las ordenes de su amo.

-Bien furcias, vamos a jugar algo parecido a la rueda de San Miguel. Hagan un círculo y metan la mano en el coño de la furcia que tenéis delante. Quiero que la mano quede totalmente dentro. Preparen las cuñas y a mi orden entraran de un solo golpe. ¡Ahora!

El espectáculo fue genial como las cuatro eran empujadas hacia delante por la presión ejercida por la mano de la que tenían detrás, ninguna pudo dejar de lanzar un gemido de dolor.

Bien preparen la segunda cuña, ya saben dónde debe de alojarse. La tres me mira con cara de súplica así que cojo un tubo de lubricante y doy una pequeña cantidad a todas menos a la que esta detrás de la uno. “Creo que tú, uno, no lo necesitas ya que con lo puta que eres seguro que ya empezaste a tenerlo abierto. Nada mas mete la mano en el culo de la zorra” Le dije a la Dos. “Bien preparadas, ahora ¡Adentro!”.

Esto ya no fue tan unísono, unas se comieron la mano de un golpe con el pequeño grito que lanzaron excepto la uno que dijo: “Esto es el placer de mi amo, mi dolor es su placer”.

La tres lloraba ante la insistencia de la uno en meter la mano en su orificio estrechito, me acerco y le morreo la boca mientras indico a la uno que la meta de una vez. Mi boca tapa el enorme chillido que intenta lanzar. “Bien té estas portando, se necesita abrir para lo que vendrá luego”.

Me dedico a presionar las vejigas de las cuatro apretando lo suficiente para hacerles venir ganas de orinar, esto lo realizo una y otra vez sin ningún tipo de miramiento hacia sus sufrimientos. Les prohíbo orinar, pero continúo presionando. “Ahora quiero que abráis la cuña de la vagina”. Al realizarlo vuelven los gemidos dolorosos, yo continuo haciendo presiones continuas pero más largas en sus vejigas, empiezo a ver como en algunas se escapan algunas gotas de orina.

Bien a mi orden se orinaran, quiero que lo hagan con fuerza que salga con presión. La que esta detrás que no sea remilgosa quiero que abra la boca para lo que le salpique y le llegue a entrar algo. Ya saben que no se les permiten objeciones. Mientras hacéis esto quiero que abráis las dos cuñas que tenéis alojadas en la furcia que se os esta orinando encima. Que le duela lo que le están haciendo ¡Venga abrir cuñas, abrir bocas y a orinarse!

Las veo como lo realizan, oigo algunos gemidos la uno y la tres han llegado al orgasmo. La dos llega un poco mas tarde. Pero la cuatro es la que más tarda, pero llega con unos gemidos que parecen que le este dando un ataque. Gimiendo “¡Más, más, rómpeme perra. Más, más!”

Después de que las cuatro se habían corrido les dije que empezaran a hacer una fornicación alternada con las manos. Veo como se están follando los dos orificios, ahora los gemidos son más intensos. “Bien ahora quiero que con la mano que tienen en el ano aguanten a la furcia que tienen delante y se la fallen por la vagina más fuertemente”. Esto lo realizan a las mil maravillas, incluso la tres y la dos piden más. La cuatro gime fuertemente al llegar al orgasmo. Al finalizar han llegado todas, están que se caen.

Las dejo descansar un poco para recuperarse, las pongo apoyadas de cintura hacia arriba encima de la mesa, enserie para poder deleitarme con sus orificios abiertos. Me dedico a penetrar los ocho orificios. Sin ningún orden en especial.

Ahora acomódense dos mirando hacia aquí y las otras dos esclavas mirando hacia el otro lado, ósea alternadas. También me dedico a penetrar ano, vagina y después la boca de la siguiente, para seguir con el ano y vagina de la siguiente y boca de la siguiente. Luego doy la vuelta a la mesa para realizar lo mismo por sus otros agujeros. Probar los gustos de las furcias, comeros todo lo que llevan dentro. Cada vez dedico más tiempo a hacer la follada.

“Bien numero uno me correré en tu boca, pero no te lo tragues hacéis un corro para pasaros la corrida. Esta deberá ser con lengua. Cuando yo os lo diga la pondréis en este plato y os comeréis la parte proporcional cada una”. Mientras les digo esto me corro en la boca de la uno. Automáticamente se dedican a hacer el corrito de pasar el semen. Ahora lo quiero en el plato y hacer las particiones.

Veo como meticulosamente lo depositan en el plato y la uno realiza las particiones para cada una. Me doy cuenta que la uno ha cogido el rol de sumisa favorita, de encargada, de líder o perra alfa. Vela por todas y está a mi más ferviente servicio, así que me decido a comprobar mi hipótesis.

-¿Quién me deja el culito para que me orine dentro de él?

-Sería un honor mi amo, que lo hicieras en el culito de esta furcia caliente que quiere que gocéis de ella y de su dolor.- Me dice la numero uno mientras se pone en la posición de Mahoma abriendo bien el ano.- Sin decirle nada le azoto las nalgas.

-Eres la zorra más grande que he visto.- Le digo mientras orino dentro -Y vosotras remilgadas venir a lamer las ultimáis gotas.

Mientras cumplen mis órdenes esto les digo: “Ahora metan la lengua en el ano de la uno para mojar”. Lo cual realizan en el acto. Envió a la uno a cagar mi meada al wc.

Nos vamos a la cama poniendo dos en cada lado, por orden de antigüedad. La uno se encarga de repartirlas. De esta manera nos dedicamos a dormir lo poco que queda de la noche.

Esperando que con el despuntar del día llegué la cinco de la manera que le dije.

Continuara…


   
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