<span;>Hola a todos mis lectores, bueno la verdad no sé si me leen en estas páginas ya que no veo comentarios de mis relatos será que no les gustan. ¿Quién sabe?
<span;>Para el día de hoy les traigo una deliciosa historia de placer exquisito y erotismo. Esto ocurrió ya hace bastantes años. Como muchos saben procuro siempre verme con mi esposo a la hora de almorzar, era martes y ese día llegué, David se demoró diez minutos en llegar, yo pedí el mío y mientras me servían observé a una pareja de morenos que me llamaron la atención, el un bizcocho de chocolate muy comestible alto y fornido, su compañera una mujer delgada de pelo largo muy bien vestida falda y chaqueta de paño, labios provocativos, ojos grandes y expresivos.
<span;>David llegó nos saludamos de beso en la boca.
<span;>—Hola papi cómo vas?
<span;>—Hay bien mami con una mano de trabajo tremenda está noche voy a llegar tarde a la casa.
<span;>Seguimos almorzando y conversando y vi como la pareja me observaba de manera reiterada, causándome una gran curiosidad. La hora paso yo tenía una audiencia en un juzgado.
<span;>Al otro día volví y esperaba encontrar a aquella pareja, con la fortuna que así fue aunque llegaron a los 20 minutos más tarde. David noto mi ansiedad por lo que me preguntó que me pasaba. Le conté lo que me pasó y la sensación que experimente con sus inquietantes miradas.
<span;>—jejeje Vaya no puedo creer la inquebrantable y dura abogada doblegada por una pareja de extraños.
<span;>—No papi no es eso es lo sexual, la verdad espero volverlos a ver, a ver qué pasa y preciso me volteó y los veo entrar, no me voltearon a ver sino hasta cuándo se sentaron estaba lloviznando y ella traía una gabardina Habana que le Lucía muy bien quitándosela antes de sentarse el venía de sport hoy con una chaqueta gruesa roja escarlata y un buzo que dejaba ver su escultural y provocativo cuerpo.
<span;>David los observó por unos segundos y ratificando mis sensaciones me dice.
<span;>-A la fija ese par son swinger.
<span;>—jajaja ya lo dedujiste así de sencillo.
<span;>—Por lo que veo no es muy difícil de saberlo.
<span;>Una sonrisa de ella al verme me hizo estremecer.
<span;>Terminamos de almorzar y hoy tenía también otra audiencia y ya se me estaba haciendo tarde por lo que me toco salir corriendo.
<span;>Al otro día me fue imposible ir ya que estaba fuera de Bogotá, David me contó que la pareja estuvo almorzando en el restaurante.
<span;>Para el viernes si fui y ese día el sitio estaba lleno, nos toca esperar a que desocuparan mesa.
<span;>Después de 10 minutos de espera al fin desocuparon una mesa y preciso en ese momento entraron aquellos dos y como el restaurante es corrientazo, el mesero les ofreció las otras dos sillas. Lo que es el destino y ellos aceptaron.
<span;>Ya en vista de que los tenía en la misma mesa no hubo más remedio de las presentaciones.
<span;>—Con permiso.
<span;>—Si sigan por favor.
<span;>—Qué pena pero no hay mesas disponibles.
<span;>—no hay problema es más yo les iba a ofrecer que se sentará con nosotros.
<span;>—Bueno Mucho gusto mí nombre es Argemiro mí esposa Ernestina.
<span;>—Mucho gusto yo soy David y mi esposa Diana.
<span;>Pedimos el almuerzo y mientras nos lo traían hubo la andanada de preguntas
<span;>—¿Trabajan por acá cerca?
<span;>—Si yo trabajo con el banco del estado.
<span;>—y yo en la oficina del notariado como analista de sistema ¿Y ustedes?
<span;>—Yo soy ingeniero civil.
<span;>—yo abogada penal.
<span;>—Abogada que bien. Estábamos pensando en buscar uno porque queremos poner una demanda contra una empresa.
<span;>—Listo como no saque una tarjeta de presentación y se la di.
<span;>—Llame y mi secretaria les adjudicará una cita.
<span;>La hora paso y conversamos de cosas varias me pareció una pareja agradable y sencilla. Yo tuve que irme pues tenía que ir hasta un pueblito que queda en el suroriente de Bogotá, fomeque a entrevistarme con un testigo de uno de mis casos y convencerlo de ir a una audiencia era pieza clave.
<span;>Ese fin de semana fue tranquilo yo me dediqué a organizar mis papeles mi secretaria fue imprimir, corregir y darle forma lo que habíamos redactado. Organizamos y empaquetamos por cada caso, 7 en total de era tanto trabajo que nos dieron las 10 dé la noche le pedí un taxi y se marchó. El domingo sí fue de descanso total dormir hasta tarde, desayunar en la cama el jacuzzi un buen rato, almorzar y luego una dormidita hasta las cuatro. Ya relajadita me puse a leer un libro de jurisprudencia. Llegó el lunes y volvimos a almorzar en el mismo restaurante
<span;>Al llegar aquellos ya estaban, al vernos nos invitaron a la mesa, aceptamos sentándonos charlamos de todo un poco ella nació en Bogotá y sus padres son de palenque, Una exótica población de la costa caribe Argemiro es chocoano y vive en Bogotá desde los 12 años es el último de 15 hermanos que bárbaro, algo muy normal en esa zona. Nos volvimos a ver el miércoles y el viernes. Ese día había terminado positivamente un caso y los invite a celebrar en la tarde encontrándonos en una taberna de la zona en donde la mayoría de las mujeres que van son casadas en busca de diversión y donde no cualquiera entra se reservan el derecho del acceso. David tuvo que viajar a Santander y regresaba al otro día. Era viernes y el lugar estaba lleno. Nos tocó hacernos en la barra. Yo pedí ron con hielo ellos cervezas, Ernestina estaba asombrada de ver la cantidad de mujeres que triplican a los hombres en el local, bueno hay que saber que también van muchas mujeres bisexuales, el todo es pasarla bien y divertirse un buen rato.
<span;>—Hola Javiera regálame una dé ron y dos cervezas.
<span;>—Señora Diana me alegro verla, hace rato que no la veía.
<span;>—El trabajo mí vida, pero hoy tengo que celebrar. Ernestina te presento a Javier quién fuera de ser mi barman es quien me cuida.
<span;>Argemiro estaba en el baño me tomé mí primer trago brindando por el triunfo del día. La música sonaba a buen volumen las copas y cervezas eran destapadas. Ernestina un poco inquieta al ver tanta mujer hermosa. Una trigueña ya madura empezó a venir seguido estaba con un grupo de jóvenes cuatro niñas y dos caballeros ya maduros. Estaban en una mesita elevada que les acondicionaron y sin meseros, les tocaba venir a la barra.
<span;>—Diana venir a éste sitio fue una buena elección me encanta. El ambiente se ve prendido y pareciese que la gente se conoce con todos.
<span;>—A mi me encanta el sitio es muy desestresante sobre todo hoy viernes que es pura rumba. Entre semana es otra cosa ya más relajado vienes y fijó terminas en algún motel.
<span;>—Guau jejeje bueno ya se para venir.
<span;>Dice Ernestina
<span;>—Y venirte.
<span;>Le digo soltamos la risa.
<span;>—Dianita tengo un interrogante.
<span;>—¿Sí y cuál es?
<span;>—¿tu vienes acá buscando hombres?
<span;>—Cuando vengo sola si, a eso vengo.
<span;>—¿Vienes siempre sola o con David?
<span;>—Al principio venía con el pero después de un tiempo le daba pereza devolverse solo para la casa porque yo me iba con alguien.
<span;>—Hay como así Dianita tú te ibas con alguien u para dónde? Por lo regular para un hotel o si esa persona tenía apartamento a el. Ambos se miraban sorprendidos
<span;>-Bueno queridos yo también tengo el mío.
<span;>—sí que tienes?
<span;>—Un interrogante Ernestina me hace cara de escuchar mí interrogante.
<span;>—A mi muchos me dicen que soy bruja, yo le digo que es intuición, psicología y muy pocas veces me falla. Me quedé mirándolos.
<span;>—Fuera que mí cuerpo me da señales que algo pasa, corrientasos dicen por ahí. Ustedes dos están buscando algo que los saque de la rutina en que andan, ¿eso en lo sexual cierto?
<span;>—Si!
<span;>—Y me escogieron a mí?
<span;>—Pues hace rato que venimos con ese cuento de hacerlo con una mujer no nos hemos decidido y cuando te vi pasar todo se iluminó eres una mujer hermosa distinguida y con clase eso se nota al observarte, los movimientos de tus manos son armoniosos.
<span;>Colocando mi mano izquierda sobre su pierna y recostándome sobre su pecho voltee a mirar a Argemiro.
<span;>—¿Y quién fue el que comenzó con éste cuento y cuanto llevan de casados?
<span;>—12 años cumplimos en un mes y fui yo la que comenzó, y todo por ver pornografía cuando íbamos a residencias.
<span;>-Residencias y eso?
<span;>—Si, es que hace como dos años vivíamos con mis cuñados y no teníamos mucha privacidad.
<span;>—Bueno y como dedujiste que yo podría llegar a aceptar?
<span;>—A no eso no lo sé además yo no te he dicho nada.
<span;>Me tomé un trago y prendí un cigarrillo.
<span;>—Bueno y entonces cómo me ibas a convencer.
<span;>—Jejeje no te cuento que se me cayó la estantería.
<span;>Argemiro nos miraba y una sonrisa moviendo su cabeza.
<span;>-Pues fíjese mis queridas damas que el ambiente está bien sabroso y las invito a bailar, vengan.
<span;>Nos paramos a participar del relajo que había en la pista por casi 20 minutos, regresamos a la barra abrazada a Ernestina.
<span;>—Ha que relajo, baila muy bien Argemiro.
<span;>—ha no eso sí a mi fue una de las cosas que me conquistó.
<span;>Ya en el lugar se podía observar a parejitas hetero como a chicas, muy acarameladas besándose y acariciándose. Me fui para el baño y al regresar Ernestina hablaba con la veterana de la mesa que estaba detrás de nosotros, de lo bien que Argemiro baila. Me sirvo un trago y me lo tomo. la charla continúa varias carcajadas esbozamos.
<span;>—Bueno niños yo pido que nos vayamos podemos ir a mi casa y terminamos la fiesta tengo un jacuzzi masajeador buenísimo.
<span;>Se miran respondiendo de una.
<span;>—Hay no me digas más y vámonos.
<span;>Pagamos y salimos al parqueadero nos montamos en mí camioneta y raudamente llegamos a mí casa. No había nadie y subimos al tercer piso, mi habitación.
<span;>—Diana que grande tu casa y tu alcoba muy encantadora todo está precioso
<span;>—Ahí la tienes a la orden cuando quieras venir.
<span;>Me quite los zapatos, la falda, las medias, me le acerque a Argemiro y dándole un beso en la boca le solté el cinturón, los botones del pantalón, bajándole la cremallera sus pantalones cayeron solitos dejando ver tremendo bulto dentro de sus boxers el que acaricie mientras que Ernestina nos miraba, con una mano en la cintura y la otra sus dedos acariciaban su boca, se quitó sus zapatos, su chaqueta, se soltó los botones de su blusa quitándosela, dejándonos ver sus tetas grandes, hermosas, tapadas por un pequeño sostén se lo quito me le acercó y agarrándoselas con ambas manos le chupo los pezones, ella se limita a colocar sus manos en mis hombros, luego mi lengua recorre su pecho subiendo por su garganta, vuelvo a sus pezones y vuelvo a recorrer con mi lengua su otra pecho, nos besamos a ella se le notaba los nervios, su corazón estaba a punto de estallar, se desgonzo toda teniéndola que tener para que no se callera. Argemiro terminó de desnudarse dejándonos ver tremenda verga gruesa y larga, se nos aproxima agarrándome por detrás, me quita la blusa y me suelta el sostén, dejándome también totalmente desnuda. Ya Ernestina ha reaccionado y yo le suelto el pantalón que cae al piso y ella con su pie lo levanta y lo coloca en un gancho
<span;>Los agarro de la mano llevándomelos para la ducha en donde los enjabono recorriendo todo su cuerpo con mis manos acariciándoles sus partes íntimas y besándonos, me arrodillo y acariciándole la verga a Argemiro me la meto en mí boca saboreándola, sintiendo todo su carnosidad su glande en mis labios, se abrazan y se besan, me volteo asía ella y le lambo su cuquita metiéndome entre sus piernas, acariciándole sus nalgas le chupo todos sus jugos haciéndola gemir como loca hasta hacerla venir. Me paro agarrando a Argemiro de la verga lo saco de la ducha, abro un armarios y le pido el favor de sacar una colchoneta en donde realizó los masajes, Ernestina salió de la ducha, la acosté boca abajo, aliste los aceites aplicándoselos por su espalda y piernas. Me le monte encima y restregar mí cuerpo contra el de ella por varios minutos y luego acosté a Argemiro boca abajo y con Ernestina lo untamos de aceite dejándola que ella se le montará encima y lo masajeara cosa que les encanto a ambos y que pondrían en práctica. Volteamos a Argemiro boca arriba, le aplicamos más aceite colocando mi cuquita en su cara dejando que me la lambiera, mientras Ernestina restregaba su cuerpo contra el de él hasta cuándo estando metida entre sus piernas empezó a mamarle la verga, me agachó y compartimos recorriendo su tronco con nuestros labios de arriba a abajo chupándole sus huevas por varios minutos hasta cuándo Argemiro no aguanto y viniéndose en convulsiones nos deleita con su semen en nuestras bocas
<span;>Las que unimos pegadas al glande y bebernos hasta la última gota. Seguimos besándonos con Ernestina sintiendo el espeso sabor del semen en nuestras bocas, nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, arrodilladas nos dedeábamos sintiendo sensaciones placenteras. Cambiamos de pose formando la tijera nos movíamos aumentando el placer restregándonos nuestras cuquitas entre sí, haciéndonos gemir y gritar hasta hacernos venir en un mar de líquidos.
<span;>—guau que bueno estuvo eso que delicia? Ernestina te gusto ese beso con sabor a semen?
<span;>-No Dianita, deliciosamente exquisito me trastorno el sentirte, besarte con ese sabor.
<span;>Nos paramos y nos duchamos quitándonos el aceite, nos secamos, saqué cervecitas de la nevera.
<span;>—No tengo palabras para describir esto fue hermosamente delicioso, había visto películas XXX, y me encanta pero verlo en vivo y en directo es el espectáculo más excitante que visto. Argemiro se besa con Ernestina apasionadamente.
<span;>—La verdad yo no estaba segura de cómo iba a acabar todo esto. Afortunadamente nos encontramos en el camino sin quererlo, las casualidades de la vida. Lo que más me llamo la atención en ti fue ese hermoso cuerpo que tienes, tu andar y la alegría que irradias, los movimientos de tus manos, eres perfecta y desee tanto que fueras tu estar contigo, conocerte y como con Argemiro ya lo habíamos conversado en varias oportunidades el conocer a alguien para realizar nuestra fantasía, yo supe que ibas a ser tú y por eso fue que empezamos a frecuentar el restaurante y poder en alguna forma conocerte, ese era mi sueño.
<span;>—Ahí no me digan más que me van a derretir.
<span;>No reímos yo toda nerviosa.
<span;>—Y sí todo salió bien afortunadamente fuiste la indicada yo realmente no creía el poder llegar a una situación de esta con otra persona no es fácil. Complicado. Decirle a alguien que queremos hacer un trío. Bueno con un hombre no habría problema son más perros? pero con una mujer? Ahí sí la veo grave.
<span;>—y me encontraste a mí. El destino el karma que me tiene con un aura espléndida cómo dice el disco de salsa "cuando naces pa martillo del cielo te caen los clavos"
<span;>—Si el problema es el común y para eso hay sitios en donde pueden buscar, bares swinger, o de lesbianas.
<span;>—Si íbamos a ir a uno que queda en la zona rosa sobre la 14 con 82. Pero Ernestina te vio y se le metió a la cabeza que tenías que ser tú, encaprichada y bueno lo logro. La abrazo apretándola.
<span;>—Bueno lo primero que debes entender es que en este medio no se debe uno de enamorar ni hacerse películas eso no es viable, ustedes dos forman una pareja estable y tener confianza en el otro. Ahora ya abrieron el camino y yo les puedo colaborar para que sea de su agrado. Bueno y que más han pensado hacer?
<span;>-No por el momento nada más.
<span;>—jejeje bueno ya miraremos otras opciones porque no se me pueden estancar, hay bastante en esto y en la variedad está el placer.
<span;>—Pues hay inquietudes y hasta lo hemos hablado.
<span;>—SI cómo cuál?
<span;>—el de hacerlo con otro hombre o una pareja.
<span;>—Y Ernestina que dice?
<span;>-No yo al principio no quería ahora me da como ganas pero no sé, hacerlo con otro hombre no me suena.
<span;>—mamita déjame encargarme a mí de eso y lo vas a lograr, tengo varios amigos que estarían encantados de atenderte.
<span;>Ernestina mira a su esposo quién le dice.
<span;>—Solo si tú quieres mí amor.
<span;>—pero con una condición.
<span;>—S!, la que quieras.
<span;>—Quiero hacerlo, me encantaría que fuera una cita a ciegas, que tu no estés, te puedes hacer en otra mesa que se yo, pero lejitos. Diana me ayudas con eso?
<span;>-Claro que si por mí encantada, será un placer y te tengo al candidato perfecto.
<span;>—jejeje Nunca me imaginé planeando coger con otro hombre.
<span;>—Mi amor esto va a ser especial.
<span;>-Papi no se en que nos estamos metiendo pero ciento cosquillitas en el estómago.
<span;>Destape otras cervezas y brindamos por nuestra felicidad, me arrodille en frente de Argemiro y masturbándole la verga se la hice parar, Ernestina sonriendo se nos acerca y se la lambe por un costado mientras yo le chupo el glande, con mis manos acaricio sus huevas y luego con mí lengua recorro su tronco, en varias ocasiones nos encontramos chupándole el glande uniendo nuestra boca.
<span;>Deliciosos minutos de disfrutar su carnosidad, me levantó y montándomele encima me coloco su verga en mis labios vaginales quienes se fueron dilatando en la medida en que me iba penetrando sintiendo su dureza y firmeza dentro de mi comienzo a cogérmelo aumentando la velocidad con cada embestida Ernestina arrodillada al lado nuestro nos acariciaba, levanta la pierna y se coloca Encima de la cara de Argemiro para que esté le chupe la cuquita, Ernestina con sus dedos se abre la cuquita y Argemiro se la lambe.
<span;>15 minutos de placer hasta que me hizo venir, me resbaló por sus piernas agarro su verga y se la mano, saboreándola, lambiendo désela sintiendo su carnosidad en mi boca
<span;>Miro a Ernestina y le digo.
<span;>—Cuando estés mamándole la verga a un hombre cuéntale que te gusta hacerlo, míralo a los ojos directamente échale flores, como por ejemplo. Tienes una rica verga, me encanta tu verga, detalles que a los hombres les encanta, les sube el ego.
<span;>Yo sigo mamándosela a Argemiro y continuó hablándole.
<span;>—Cuando como ahora te vienes y el no, cambia de pose y procura bajar y mamársela por un ratico como si estuvieras agradeciéndole hacerte venir, vuelves a coger.
<span;>Me retiro y la invitó a montársele agarrándole la verga se la pongo en sus labios vaginales y se los restriego sin penetrarla humedeciéndola, nos besamos apasionadamente y empujándola asía abajo es penetrada por su amante esposo y muy pronto otro hijueputa cornudo feliz, me coloco encima de su cara y me dejo lamber la cuquita de su áspera y larga lengua
<span;>Que me da sensaciones placenteras, exquisitas, mientras Ernestina gemía su respiración era fuerte. Al buen rato los siento a ambos llegar al éxtasis total, vi a la Ernestina desfigurada y feliz que hasta lágrimas brotaron por sus ojos. La noche llegaba a su fin la parejita no podían quedarse más tiempo tenían dos chiquillas que atender y así les di inicio a su nueva vida.
<span;>DIANA LUCÍA SAAVEDRA.
<span;>[email protected]
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